Endesa y nuestro gigante iluminan el basket femenino
Desde que la energía eléctrica se instaló en nuestras vidas, la música llega a todas partes y los espectáculos se han multiplicado con la iluminación, la voz, el movimiento, la escenografía, la difusión. A veces no damos importancia a cosas que resultan tan imprescindibles como la electricidad para amplificar la cultura cualitativa y cuantitativamente. Por eso valoramos cada vatio como cada espejito de nuestros personajes, cada pliegue de sus trajes o cada movimiento de sus manos.
Gracias a la electicidad somos quienes somos y como somos. Por eso nos sentimos tan bien en este equipo de promoción de la buena música y en las mejores condiciones. Un equipo que componemos con el espléndido Jardín de las Delicias Festival y la brillante Endesa, que a través de su Endesa Music Lovers mantiene viva su potencia cultural y de apoyo a la creatividad y el disfrute de los sentidos.
Hemos estado con ellos en las previas de la Copa de la Reina de Baloncesto, el fin de semana del 26 y el 27 de marzo en Valencia. Un campeonato para el que se clasificaron 8 equipos de jugadoras: Perfumerías Avenida, IDK Euskotren, Cadí La Seu, Lointek Gernika, Spar Girona, Movistar Estudiantes, Valencia Basket y Casademont Zaragoza.
Las campeonas del Avenida alzaron su trofeo en un partido que había empezado con nuestra participación en medio de la cancha. Además de la danza, hizo un paseo estelar la iluminada marioneta gigante, un enorme humanoide de 5 metros capaz de llenar el gigantesco espacio deportivo.
Las mil caras del gigante
O la gigante. Porque si algo tiene esta figura es alma camaleónica. Lo mismo es un figurante extraterrestre que una diosa de los mares. Hizo su paseo triunfal por el pabellón de la capital del Turia regodeándose ante miles de aficionados al basket que aplaudirían a rabiar a las bravas protagonistas del reñidísimo partido entrel el Perfumerías y el Girona.
Nuestro querido muñecazo puede transformarse en lo que quieras. En pincipesa, en guerrera, en robot o en poeta. Puede venir desde el futuro, desde el medievo o desde la calle de al lado, porque nació acostumbrado a que le toquen con la varita mágica del deseo. Hará lo que le pidas, no te cortes.